Asphodels

Tras su etapa de indie-pop de guitarras (siempre ataviadas con buen aspecto y concretada en algunos discos más que interesantes, Finn Andrews (hijo de Barry Andrews de XTC) volteó sus preferencias hacia caminos más introspectivos y delicados en la que hasta ahora era la última entrega de su proyecto como The Veils, “...And Out Of The Void Came Love” (Ba Da Bing, 23). Dos años después, el músico británico regresa con un elepé en el que incide, ahora de manera definitiva, en esas maneras, atendiendo a una inspiración que deriva en interesantes texturas.

Una obra que se acerca al chamber-pop y raya muy por encima de su predecesor, casi hasta sugerir que aquel bien pudo ser borrador o primera toma de contacto en torno a una materia que cristaliza esplendorosa en “Asphodels”. El séptimo álbum de estudio de The Veils es un compendio de elegancia y sentimiento, cocinado a fuego muy lento y presentado al oyente apuntando idéntica cortesía con la intención de que, por el camino, no pierda ninguna de sus emocionantes propiedades.

La referencia se abre con el trío incuestionable formado por la propia “Asphodels”, la frágil “O Fortune Teller” y esa joya que es “The Ladder”. La buena noticia se alarga con una “The Dream Of Life” al piano y no demasiado alejada de los primeros títulos de Antony & The Johnsons y la épica (con, de paso, cierto aire a lo Chris Isaak) de “Mortal Wound”. También acerteda resulta “Melancholy Moon” –la más pop y pegadiza del lote– o el epílogo con forma de nana esperanzadora que es “A Land Beyond”.

Especial protagonismo, en unas y otras, para el piano y los arreglos conservadores que envuelven (siempre con sentido y buen gusto) una referencia que, además, luce como un conjunto bien hilado y de sentido global. Parece ser, ya sin espacio para las dudas, que estos son los parajes por lo que transitará Andrews, guiando tras de sí a sus The Veils. Una opción madura que ya había comenzado a emerger hace un par de temporadas, pero que ahora aparece asentada con solidez en torno a este precioso trabajo de aires clásicos que es “Asphodels”.