Ha quedado claro: la buena gente del sello catalán La Castanya son muy fans de los estadounidenses The Van Pelt y se han propuesto reivindicar su figura. Empezaron rescatando los singles y otros temas inéditos que deberían haber formado parte de su tercer trabajo, “Imaginary Third”, en el 2014. Ahora la discográfica dirigida por los hermanos Guardia reedita (y remasteriza) sus dos primeros trabajos, “Stealing From Our Favorite Thieves” y “Sultans Of Sentiment”, publicados originalmente en 1996 y 1997 respectivamente.
A toro pasado, dos décadas después de su publicación, es sencillo valorar la repercusión de un trabajo como “Stealing From Our Favorite Thieves”, cuyo título parece ironizar con la originalidad de su propuesta indie rock con ramalazo emo. Imposible saber qué habría pasado si sus dos trabajos hubieran contado con el apoyo de una multinacional como algunas bandas coetáneas.
A diferencia de formaciones afines como Sonic Youth, Pavement e incluso Nirvana, los protagonistas de esta reseña doble nunca llegaron a explotar del todo y se quedaron injustamente a medio camino. Banda de culto, le llaman. Sus dos trabajos fueron publicados por el sello de Nueva Jersey Gern Blandsten (Ted Leo, Radio 4, Pilot To Gunner) y nunca sabremos qué habría pasado si hubieran sido absorbidos por una discográfica con más posibles.
Sea como sea, la banda iba sobrada de buenos temas, con urgencia y drama, siempre con el “menos es más” por bandera. Su intenso y visceral debut incluía piezas irresistibles, medio cantadas medio recitadas, como “His Steppe Is My Prairie”, “Magic Fantasy (We Are Provincial)”, “His Saxophone Is My Guitar” (¿el tema favorito de At The Drive-In?) y “It’s New To Me”. Y debo decir que su propuesta, su juego calma/tempestad, resulta apetecible como el primer día. Y eso no todas las bandas de mis queridos noventas lo pueden decir.
Lejos de dormirse en los laureles, el mismo año que publicaron su debut, Chris Leo y Neil O’Brien reclutaron a Sean P.Green y Brian Maryansky (Toko Yasuda se fue con Blonde Redhead) para componer y grabar un segundo disco. El resultado fue “Sultans Of Sentiment”, un buen título para un disco que aspiraba a mirar de tú a tú a estandartes del emocore como Mineral o Sunny Day Real Estate (el falsete imposible de Leo en mi favorita “Yamato (Where People Really Die)” es muy Jeremy Enigk). Y es que The Van Pelt estrenaban sonido en “Sultans Of Sentiment”, bastante más limpio y por momentos hipnótico como en la repetitiva y adictiva “The Young Alchemists”, dosificando los gritos viscerales e introduciendo preciosos arreglos de cuerdas en “Don’t Make Me Walk My Own Log”.
Dicho todo esto, ¿el primero o el segundo? Los dos. Cada disco tiene su historia, su encanto, sus momentazos, su ‘hits’. Además, tanto “Stealing From Our Favorite Thieves” como “Sultans Of Sentiment” llevan años descatalogados y sería de género tonto desaprovechar esta reedición cortesía de La Castanya.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.