Demasiadas pistas falsas para una trayectoria que sigue fija en los mismos parámetros: la composición de canciones a medio camino entre una personalidad de acuciante ingenuidad y la terca búsqueda de una perfección melódica que aún arrastra las huellas indelebles de unos maestros -Beach Boys, Beatles- con habitual presencia en su sonido; entre la reconocibilidad de su escritura y una candidez amenazante capaz de disgregar su carácter distintivo al equipararlos a bandas mediocres; entre una festividad de poso más agridulce y una visceralidad proclamada en airosa crudeza. Un exceso de reiteraciones y disyuntivas, sin lugar para el vuelco reflexivo. Ni esas mínimas señales, indicadoras de un crecimiento todavía activo, muy a pesar de su estilo absolutamente prefijado, expresadas en semicutreces experimentales de dudosa convocatoria y alguna que otra desviación al sonido Stones, resultan un mínimo escipiente para no pensar que su quinto álbum equivalga a un poco más de lo mismo, o a un poco menos de lo que esperabamos, según se mire.
An intinlegelt point of view, well expressed! Thanks!