Quien para muchos fuera uno de los músicos
favoritos del brit pop noventero va ya por su séptimo disco. Siempre
agazapado a la guitarra tras la figura de Damon Albarn, Coxon fue quizá
la pieza clave que hará que los discos de Blur se escuchen dentro de
veinte años mientras los de Oasis mueren desgastados. Tras
comenzar su andadura en solitario en 1998 y realizar hasta la fecha muy
variadas incursiones estilísticas, se estrena ahora en Transgressive
con “The Spinning Top”, una colección de canciones de corte acústico
sin un ápice de efectismo. La naturalidad orgánica que sobrevuela el
disco recuerda al reposado folk post-rehabilitación del “461 Ocean
Boulevard” de Clapton (“This House”, “Feel Alright”) o a la versión más
pastoral de Elvis Costello (“In The Morning”), pero no olvida la época
en la que nace (“Dead Bees”) y hasta hace algún guiño al sonido Blur
(“Humble Man”). Un trabajo adulto y sin un hit claro que quizá aburrirá
a los no iniciados y puede que también a los iniciados que no cuenten
con mucho tiempo para saborear un disco como se hacía antes. Importante
no desechar tras la primera escucha.
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