Los discos de They Might Be Giants se caracterizan por dilucidar la ironía lírica y la solvencia instrumental en un desfase lujurioso de melodías directas y entretenimiento asegurado.
La puesta en práctica de un sonido propio que conjuga college rock, punk primigenio, toques nueva oleros y pop de toda la vida con inusitada sencillez, vuelve a estar presente en el décimo trabajo del dúo formado por John Linnell y John Flansburgh. Los juegos vocales de los que hacen uso, los teclados groovies, las frases punzantes y el tono de comedia que impregna todos los temas, son el decorado en croma key de un trabajo peculiar y entretenido para degustar como palomitas de maíz, como una serie de dibujos animados infantiles con diálogos para adultos e insultos por doquier. “Damm Good Times”, “Bastard Wants To Hit Me” y “Museum Of Idiots” son títulos explícitos de un álbum que abre “Experimental Film”. “Sí, todos vosotros vais a aparecer en esta película experimental, y aunque no sepa explicar de qué va, ya sé lo buena que va a ser”; reza un estribillo de una canción que elude referencias a cineastas experimentales, muy al contrario que otros temas más incisivos en los que Jodie Foster y David Bowie quedan esbozados como personajes contradictorios de cartón piedra.
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