Let me Stand

Se me hace curioso no parar de leer y recibir comentarios sobre el hecho de que los gallegos The Soul Jacket han evolucionado su sonido con este disco, haciéndolo todo más contemporáneo y ¿modernizándose? Imagino que semejantes afirmaciones vienen provocadas por la inclusión de ciertas variaciones funk – que ya habían estado ahí en discos pasados – o algún arreglo más bailable, pero justamente yo veo una regresión para darse empuje. Me explico. Servidor encuentra que lo que hacen los de Vigo es precisamente volverse más clásicos para con ello sonar más actuales ¿Contradicción? No crean. Analicen la música rock a su alrededor y lo entenderán. Porque ¿qué es si no “Let me stand” sino funk, soul y blackxplotation made in 70s? Y, por cierto, no olviden que Toño López ya había coqueteado incluso con la electrónica, con dueto a medias con Ville Rowland hace unos años, algo que se repite levemente con los teclados ambientales de “Zeit Im tiefen wald”.

Que no les engañen. The Soul Jacket siguen siendo una fantástica banda de rock and roll de sonido clásico, pero conscientes del siglo en el que viven. Toño sigue cantando como los ángeles (o como el demonio, según se mire), y el saxo de Diego Alonso en “Writers” o la batería de Mauro Comesaña en “Declaration of intentions”, donde por cierto colabora el enorme John Németh, ponen a la banda donde se les espera. No desentonan en esos lugares apuntados y menos visitados habitualmente. Incluso diría que le dan cierto aire al disco, pero brillan allí donde les queremos. Lástima que nueve canciones se nos haga demasiado poco para lo que habíamos esperado este trabajo. Tres años desde Plastic jail son demasiados, aunque la pandemia haya puesto de su parte en el retraso. Eso sí, un par de temas más del mismo nivel y les ponemos la máxima nota.