Vuelve el ogro de las tinieblas. El señor de tus peores pesadillas. El único e inimitable Rob Zombie. Porque, aunque es cierto que el ex líder de White Zombie tiene sus maestros en esto del teatro del miedo (uno de ellos, Ozzy, participa en uno de los mejores títulos del álbum “Iron Head”), no es menos cierto que se ha erigido en un personaje único y ciertamente mítico. Sus puestas en escena son espeluznantes y todo el cartón piedra dispuesto se haya plenamente apoyado por una banda sonora tan efectista como efectiva.
Y ahí es dónde vamos a parar con este nuevo disco en solitario. Un trabajo que no escapa ni un ápice de sus patrones habituales, basados en riffs pesados y secuenciadores que golpean de forma precisa, sólo que –y esta es la principal novedad- en esta ocasión suena mucho más roquero y accesible a la vez. Y eso es algo que Zombie consigue gracias a un puñado de temas que aseguran buenos momentos en su plasmación escénica. Canciones como “Demon Speeding”, “Never Gonna Stop”, “California” o “Bring Her Down” proporcionarán placer más que suficiente a sus jóvenes (y no tan jóvenes) seguidores. El terror y el soft metal gótico industrial se funden en un abrazo que proporciona, sin lugar a dudas, lo único que promete de antemano: divertimento. De eso, aquí, encontraréis a raudales.
. So again, he should have let Rob do talikng, put much more direct quotes from him.And the interviewer, quoting the Twilight and the Production for the 21st Century Teen Idol ...big fail.