The Sebadoh
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The Sebadoh

5 / 10
Redacción — 01-03-1999
Empresa — Falta
Género — Rock
Fotografía — Archivo

Echas un vistazo a la contraportada promocional, lees los créditos,  te das cuenta de que Jason Loewenstein se ha merendado, otra vez, medio álbum y te entra la desconfianza. Antes, cuando el peso compositivo de «Bakesale» o el recopilatorio «Sebadoh Vs. Helmet» lo llevaba Lou Barlow, todos nosotros nos bastábamos con una valoración inconsciente de sus canciones; ahora, además, vamos a por ellas, las mimamos, multiplicamos nuestro grado de admiración hacia las mismas y, casi de remate, nos aferramos a ellas como si éstas fueran el único bote salvavidas capaz de mantener a flote al grupo. Porque si «Harmacy», su anterior disco, medio convencía acerca de las posibilidades creativas de Jason Loewenstein, en teoría bajista y segundo cantante, «The Sebadoh» nos muestra a un compositor vulgar, intransigente y, lo más importante, sobrevalorado por sí mismo y por el propio Barlow. Escuchas «Bird In The Hand», «So Long» o «Sorry» y te preguntas qué es lo que queda en Loewenstein de «Prince-S», «Not Too Amused» o ese monstruo llamado »Careful». Claro, después viene Barlow (seis temas en esta ocasión) y salva los muebles del álbum con otra tangada de extraordinarias confidencias. «The Sebadoh», en definitiva, sigue la línea trazada por «Harmacy», pero lo hace con un añadido: el botón de programación de tu reproductor de cedés se hace indispensable. Y eso en mi barrio tiene un nombre: decepción.

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