Dios les cría y el neocountry les junta. Vic Chesnutt y KurtWagner. Kurt Wagner y Vic Chesnutt. Bueno, Wagner y toda la posse (sí, ese gang llamado Lambchop). Aunque el disco y las canciones las firme el viejo Chesnutt, la instrumentación corre a cargo de la milicia de Nashville. Y se nota. "The Salesman & Bernadette" es el cruce deseado entre "Is The Actor Happy?" y "How I Quite Smoking". Con un ropaje lírico más corrosivo que nunca (brillante "Arthur Murray") y una cobertura sonora más colorista (la troupe comandada por Kurt Wagner rinde a gran nivel), Vic Chesnutt vuelve por la puerta grande a nuestra sala de operaciones, vuelve, sí, a nuestro quirófano emocional (1998: Sophia, Mineral,Seam, Migala... puro overbooking). Pequeñas catástrofes domésticas (¿los mejores textos de su carrera?) que se suceden en un nuevo y magnífico ejercicio de exorcismo interior. Poesía de motel en carne viva. Y aunque el envoltorio musical aporte destellos de alegría y felicidad, el caramelo, el contenido, sigue desgranando vapor. El vapor que fluye de nuestras lágrimas. No podía ser de otra manera.
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