No pasa un año sin que aparezca una nueva figura musical cuyo centro de operaciones sea el dormitorio de su casa, un cuatro pistas y un ordenador personal. Piensen en luminarias pop de la actualidad como The Russian Futurists o Jens Lekman, propuestas que demuestran que el talento supera, con creces, cualquier carencia técnica.
El angelino Richard Swift (también director de cortometrajes) viene a sumarse a esta troupe de intrépidos entusiastas con la reedición, por parte de Secretly Canadian, de dos de sus más celebradas obras (y dos caras de su heterodoxa capacidad expresiva).
La primera de ellas es “The Novelist”, editado originalmente en 2003 y toda una exquisita deconstrucción en clave lo-fi de la tradición de Tin Pan Alley, donde Swift se revela como una versión minimalista del Rufus Wainwright más dado al ragtime. El segundo “Walking Without Effort” (grabado en 2001) es una verdadera joya de pop lánguido y melancólico con alma soul (plagada de arreglos para el recuerdo), que le sitúa al lado del mejor Ron Sexsmith y de clásicos de la talla de Emitt Rhodes, Burt Bacharach y, hasta a ratos, del mismísimo Serge Gainsbourg (sobre todo en el tratamiento del bajo)
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.