Tan acostumbrados como estamos a encontrarnos con alemanes que no saben lo que es el Mediterráneo ni cuando se van a vivir a Mallorca, lo de Jazzanova se plantea como una deliciosa anomalía teutona, como podría ser la de Ian Pooley: saben inyectar rayos de sol con sabor a elegante Costa Azul y balearic beats a 4-Hero, hasta a los tribalismos africanos del tema de Trüby Trio.
Porque si una cosa está clara cuando se les ve pinchar, o se escucha este disco, es que Jazzanova saben atraer a su fantasía encantadora desde artistas tan poco sabrosos como Incognito, hasta estilos más oscuros o lejanos como los de Koop, MJ Cole o Ski. Pero esta no es la única razón que hace interesante el disco, porque no es un mero disco de remezclas al uso, sino que casi refleja un “DJ Kicks” de esos en los que el titular se afana en descubrir nombres que, de otro modo, seguramente nos hubieran pasado inadvertidos. Es el caso de Men From The Nile, la mesiánica Ursula Rucker o Tate´s Place… es el caso que tiene escuchar un par de veces seguidas el disco, empezar a ver la unidad que tiene y que se empiece a desvanecer la idea de que es una recopilación. Es entonces cuando empieza a emerger una colección de grandes temas listos para ser clásicos de las pistas de baile más selectas, o cuando viene la pesadumbre por no haberlos cazado antes. Útil y elegantísimo.
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