La discografía de The Pretty Reckless se resume en tres proyectos que parecen ascender como la madurez, potencia y versatilidad de su líder Taylor Momsen. Podríamos decir que este trabajo ha separado ya definitivamente a la ex-actriz adolescente que fue Momsen en “Light Me Up” (Interscope, 10) de la joven rebelde del potentísimo “Going To Hell” (Razor & Tie, 14). Ahora Ben Phillips (co autor y guitarrista), Mark Damon (bajo), Jamie Perkins (batería) y Taylor Momsen han madurado para intentar llegar a la cumbre de su hard rock y lo han hecho además con pinceladas de grunge, sombras de blues, acordes que rozan el acantilado del punk y guitarras, muchas guitarras. Ha habido tiempo para todo. Doce canciones, doce naturalezas distintas —aunque también se cuelan algunos cortes de relleno— para completar el esperado “Who You Selling For”.
¿Y de que modo podría mostrarse mejor esta madurez que arrancando con una balada de piano y voz? “The Walls Are Closing It/ Hangman” abre la puerta del disco de forma seria y depurada, pero la hazaña dura poco menos de un minuto para ser exactos. Ahí se cuela un palm mute de Phillips que nos desliza hasta la crudeza de dos voces superpuestas de Momsen. Esta crudeza pasa a ser una voz rasgada y con rabia que explota con un toque grunge en “Oh My God” y “Take Me Down”, esta última nos deja oler aún el rastro de “Going To Hell”. El bajón del disco posiblemente recae en “Prisoner”, “Mad Love” y “Wild City”. Aunque la primera sea una de las más provocadoras y sensuales del disco con versos como: “You can have my money/ Have me on my knees/ You can have my body/ But you can't have me.” se hace pesada y aburrida musicalmente hablando. “Wild City” es más de lo mismo. Aun teniendo un solo de guitarra aceptable y hasta coro de gospel, la canción no llega a explotar y el resto de los compases se repiten más que el ajo. “Back To The Rivers”, un country blues con la colaboración del guitarrista Warren Haynes, refresca el setlist para llegar a la balada que da nombre al álbum. “Who You Selling For” es posiblemente el tema que se lleva el premio a La Gran Balada. Después de los trallazos tan potentes de los otros trabajos, con apenas un par de baladas propiamente dichas, difícilmente podías imaginar que Taylor Momsen tenía este lado dulce tan bien explotado. Aunque en la carrera por ese título también se encuentran: “Already Dead” y “Bedroom Window”. En esta última nos deleita con un extraordinario control vocal acompañada solo del punteo de la guitarra. “Living In The Storm" y “The Devil’s Back” siguen la línea hard rock del grupo con más guitarreo y notables solos de un Ben Phillips que por fin se luce con toques que bien recuerdan a los trabajos en solitario de Slash.
Ver la progresión artística que ha hecho el grupo es aún más sencillo si nos fijamos simplemente en las portadas de su discografía: “Light Me Up”, una niñita rubia roquera a punto de quemar algo con un mechero; “Going to Hell”, la provocadora y espectacular espalda desnuda de Momsen; “Who You Selling For”, sencilla obra de arte en carboncillo de la figura de una mujer.
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