Wild Animals
DiscosThe Pinker Tones

Wild Animals

8 / 10
Redacción — 12-03-2008
Empresa — Pinkerland Records
Género — Electrónica
Fotografía — Archivo

The Pinker Tones inauguran una nueva era en su carrera. El dúo catalán, a sabiendas de que un tercer álbum significa un punto de inflexión y una consagración del proyecto, ha virado algunas coordenadas el rumbo de su propuesta. Si en sus dos primeras entregas jugaban a favor de un electro pop colorista con referencias a Le Hammond Inferno, Pizzicato Five y el electro latino (todo ello condimentado con su background indie y sixties), ahora abren su discurso hacia a otros sonidos, fruto de la experiencia adquirida tras tantos kilómetros recorridos por el mundo.

Mr. Furia y Professor Manso trabajan como una empresa, porque han llegado a ese punto (dulce y merecido) en que deben hacerlo. Por eso han medido bien su estrategia (cambian el blanco de sus trajes por el negro, el mosaico de colores de sus fotos en el Mercat de Santa Caterina se sustituye ahora por la salvaje naturaleza de La Fageda d’en Jordà), que, al menos, tendrá continuidad un disco más.

También han invertido para crecer (están trabajando en un nuevo concepto de directo, incorporarán a un videojockey e instalarán cámaras en el escenario). Los cambios han venido en el momento justo y los han realizado sin que parezca un artificio, lo que evidencia su profesionalidad. En lo musical, “Wild Animals” es un disco más para escuchar que no para bailar. El dúo se reivindica en este álbum como compositores y letristas y entregan un álbum que va en búsqueda de un formato más clásico de canción. Ganan visos electro en piezas como “S.E.X.Y.R.O.B.O.T.” y “Wilde Eleganz”, ambas muy germánicas; y también en “Fugaz”, en la que se acercan al french touch. Siguen entregando toneladas de buen rollo con aires jamaicanos en “The Whistling Song” (con voz de Jimmy Lindsay de Cymande); y con aires latinos en “Electrotumbao” (con voz de Amparo de Amparanoia). Facturan un medio tiempo elegante y soulero como single, “Happy Everywhere”; reivindican su energía punk en “24” y su sensibilidad y alma pop en “On Se Promenait” (french pop entre Katerine y Dominique A), “Biorganised” (una post-samba) y en “Let Go”, en la que emulan a Brian Wilson. Eso no quita que “Hold On” y “Working Bees” (dos de las piezas más significativas del conjunto por sus mensajes) sean las que mantengan la esencia del sonido Pinkertone de toda la vida. Es éste el disco más poliédrico de The Pinker Tones y el mejor que podían facturar.

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