Recuerdo cuando acabó mi idilio con Bethany Cosentino, fue tras su concierto en el Razzmatazz 2 de hace dos años. Acudí a verla con la ilusión de un niño y salí asustado por la crudeza de su directo, muy alejada del surf-pop chicletero que poblaba el notable “Crazy For You”. Una decepción en toda regla.
De hecho, no esperaba nada bueno de “The Only Place”, y quizás por eso el disco es una gran sorpresa; más adulto en el buen sentido que su predecesor, y con el acabado sabio de Jon Brion, que ha sabido pulir el sonido de Cosentino y sacar lo mejor de la californiana en lo vocal. Lejos de ser un intento de sonar más comercial, las dos canciones que abren el disco, “The Only Place” y “Why I Cry”, recuperan el twee pop de Go Sailor, lo nuevo de los californianos muestra una madurez sorprendente en la composición que la verdad no esperábamos.
El repóquer de ases que forman "Do You Love Me Like You Used To", “My Life”, “No One Like You”, “How They Want Me To Be” y “Up All Night”, reivindica el sonido de las girls groups de los sesenta, la etapa pop de Fleetwood Mac y el indie rock de los noventa con una frescura, encanto y buen gusto que solo cabe el elogio más encendido. Ahora solo falta que en directo sean capaces de trasladar esa magia que si tienen en disco.
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