Banda de género solvente y sólida como pocas que hará las delicias de todos los acólitos al hard rock, el garage y el blues más corrosivo, pero que no cambiará el devenir de absolutamente nada. Fiel a sus principios Five Horse Johnson hacen del blues algo peligroso, hiriente, crudo y descarnado, sin sofisticación alguna.
Lo suyo es la búsqueda de la veracidad, de lo auténtico, huyendo de cualquier artificio que pueda domesticar su propuesta. Por ese motivo son y serán siempre una banda de culto, una banda que provocará el delirio de una minoría y que jamás llegarán a la mayoría que sí llegaron en los setenta bandas más sofisticadas como ZZ Top o Mountain. Les falta fluidez en las formas y les sobre ese espíritu punk garagero que es precisamente lo que les hace atractivos entre los lectores de los fanzines más grasientos. Una vez situados me queda decir que este es su quinto disco de estudio y que no han variado ni un ápice su discurso con los años. Lo que para unos puede ser integridad, a otros les resultará inmovilismo, pero de lo que no cabe duda es de que lo que hacen lo hacen muy bien y eso ya es mucho.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.