Afraid of Tomorrows
DiscosThe Mysterines

Afraid of Tomorrows

8 / 10
Fran González
 — 25-06-2024
Empresa — Fiction / Universal
Género — Indie rock

Hace un par de años The Mysterines podrían haber sido considerados como uno de los secretos mejor guardados del rock independiente de las islas británicas. Hoy, y gracias a la consagración de la que les dota su segundo larga duración, “Afraid of Tomorrows” (24), la banda capitaneada por Lia Metcalfe es un portento de identidad propia que no arrastra ninguna posible duda sobre su impecable proyección.

Si sobreponerse al arrollador éxito de un debut cinco estrellas es habitualmente un dolor de muelas del que no todos los grupos nóveles salen airosos, desde luego este cuarteto liverpuliano parece vencer y convencer en su respectiva renovación de votos, mostrándose del todo ajenos a hipotéticas presiones y maldiciones. Con el ímpetu de la juventud y el temple propio de unos veteranos, la banda se permite la frivolidad de rehacer el exitoso camino que ya había andado para reorientar su propuesta hacia territorios más introspectivos y oscuros. Un terreno de juego en el que la lasciva y descarnada voz de Metcalfe acapara todas las miradas, recordándonos al mejor grunge femenino y a la cara más salvaje del rock alternativo de principios de siglo.

La tranquilidad que les da haber llenado estadios, teloneado ídolos y presentado sus primeros temas ante profusas audiencias internacionales es ahora el fuel de carga para un catálogo de puñales revestidos de honestidad y crudeza que definitivamente nos advierte de que su trabajo ha abandonado la rabia adolescente en favor de un auto-análisis más profundo y maduro. Procesado por la acertada mirada de John Congleton en la producción, este baño de guitarrazos y letras sentidas encuentra a sus responsables abriendo sus corazones y deliberando con encriptado tono sobre el difícil momento de decir adiós (“So Long”), el trauma (“Another, Another, Another”) o la firme inquietud que el porvenir depara (“Afraid of Tomorrows”).

Temas como “Tired Animal” o “Inside a Matchbox” son un buen muestrario de cómo la banda ha logrado ponerse en contacto con su yo más íntimo en el último par de años, desarrollando así una sólida conciencia de lo que la vida adulta supone y el mundo actual les ofrece. No faltarán ciertas reflexiones que remitan a acelerado despegue, encapsuladas en esa joya de post-punk noventero que es “Jesse You’re A Superstar”, ni esos proyectiles de demolición capaces de hacer temblar los cimientos de nuestra casa a puro riff (“Goodbye Sunshine”). Y es que éste es un disco de rock que lo tiene todo y es capaz de devolverle la fe al más descreído.

De la rugosidad descarada de The Kills (“Junkyard Angel”) a la exuberancia rocanrolera de Courtney Love (“Sink Ya Teeth”), la formación hace suyas las virtudes propias de un lujoso arsenal de referentes hasta depurar un discurso original que, en fondo y forma, nos atraviesa con la efectividad del más ducho. Las tablas adquiridas en tiempo récord por sus abajo firmantes parecen haber traído consigo un nexo a cuatro bandas donde cada una de sus partes juega un rol decisivo a la hora de seguir orquestando hits que renueven su repertorio y sigan persuadiéndonos con el encanto de la novedad (“Stray”).

Sin dar el más mínimo atisbo de fatiga o pérdida de chispa, The Mysterines superan la siempre temida prueba de fuego del segundo disco y confirman con crédito las sospechas de quienes les vimos crecer desde su primer largo: esto no es más que el principio.

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