El segundo álbum de Hundred Waters llega bajo el apoyo de OWSLA, sello de Skrillex. Pero tranquilo que el masivo productor de EDM no ha influenciado para nada en el sonido de la banda. Es más, ha servido para que el grupo tenga mayor visibilidad. “The Moon Rang Like A Bell”, segundo disco de su trayectoria, es un paso más en la evolución del grupo, el matrimonio definitivo entre la voz de Nicole Miglis, líder y letrista, y la melodía. Ambos elementos conviven en perfecta armonía, se abrazan, e incluso parecen fusionarse (“Innocent”). Desde que vieron la luz, Hundred Waters han sido relacionados con el concepto de folktronica. Un hermanamiento entre lo clásico y lo moderno, entre el pasado y el presente. Sin embargo, la banda va aún más lejos con un nuevo disco en el que el post-rock convive con el folk en plena libertad e indaga en una serie de texturas psicodélicas que te teletransportan a su peculiar universo. Un álbum algo más experimental, donde a pesar de la parte vocal, el concepto de electrónica instrumental tiene un gran peso, una de las apuestas más interesantes del género en lo que va de año.
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