Malinche

Cuidado, apártate de las vías, la locomotora The Milkyway Express se acerca y te llevará por delante sin que te de tiempo a parpadear. Tras la madurez conseguida en “One day in summer” (12) y el espaldarazo definitivo con el genial “PerroRosa” (14), hemos tenido que esperar tres años para que los Black Crowes sevillanos vuelen más alto que nunca con “Malinche”, nueve afiladas canciones que se cuelan en la piel con la misma facilidad que la amenazante navaja de la portada.

El Guadalquivir se antoja Mississippi y se desborda en cada surco, ya sea a ritmo de rugoso blues en “El verdugo”, psicodelia lisérgica en “Voodoo Doll”, melodías sureñas en “Olivia” (con palmas y coros al más puro estilo The Band) o en el explosivo desenfreno inicial de “The Lover”, con Álvaro Aspe fundiéndose a la armónica y Carlos Yáñez cantando a tumba abierta, demostrando autenticidad en cada fraseo y un dominio total del género.
El omnipresente latido de batería y un hipnótico slide nos marca el camino en el adelanto “100º City”, con Yáñez surfeando en medio de un fuego cruzado de guitarras y un mar de cuerdas. La llama crece en la festiva y stoniana “Rye Whiskey” y la redentora brisa folk de “Casa Jeromo” marca el final del trayecto, un soleado viaje por las raíces de la música norteamericana.

La producción de Jordi Gil (Sr. Chinarro, Maga…) y la colaboración de Juanito Makandé a las percusiones y Jose Vaquerizo (Quentin Gas & Los Zíngaros) a los teclados, terminan de darle el empaque perfecto a un trabajo que, más de una banda puntera americana habría revendido su alma por firmar.

“Malinche” es Rock ‘n’ Roll atemporal hecho con sentimiento y personalidad propia, que nace en un cruce de caminos donde se encuentran Blind Willie Johnson con Townes Van Zandt, la Nitty Gritty Dirt Band y The Flying Burrito Brothers bajo una fina lluvia de bourbon. A este Expreso andaluz comienza a quedársele pequeña la Vía Láctea.