La incontinencia creativa de Will Oldham se había tornado caprichosa en los últimos tiempos. Si en el comienzo de su carrera y bajo diferentes nombres la producción no bajaba de un disco por temporada, súbitamente todo se ralentizó cuando el nivel de autoexigencia se hizo más alto, momento en el que comenzó a firmar sus trabajos alternativamente con su propio nombre y como Bonnie “Prince” Billy.
Desde entonces podríamos concluir que nuestro barbudo favorito ha publicado tres trabajos relevantes: el punto de partida melódico para su nueva etapa “I See A Darkness” (1999), “Erase Down The Road” (2001) y “Master And Everyone” (2003). Y aunque Oldham no ha perdido precisamente el tiempo en el último año -discos compartidos con Tortoise y Matt Sweeney, éste último bastante más que una anécdota, el directo “Summer In The Southeast” y “Greatest Palace Music” en el que revisa su viejo cancionero según sus nuevas coordenadas musicales- sí que parece amenazar con dilatar en el tiempo cada vez más sus álbumes “oficiales”. ¿Dónde queremos llegar con todo esto? Pues a afirmar que, más que nunca, la publicación de este “The Letting Go” es una noticia de excepción.
Grabado íntegramente en Islandia, a las órdenes de Valgeir Sigurdsson, habitual de Björk, y de la mano de un cuarteto de cuerdas, podría parecer un tópico pero no lo es decir que la quietud y la serena tristeza de los paisajes de la isla traspasan las canciones del ya de por sí sobrio Oldham. Su nuevo disco es una vuelta de tuerca y, a la par, perfecta continuación de sus trabajos anteriores, con canciones que ya no se obsesionan por sonar extrañas ni forzosamente oscuras y merecen el calificativo de “clásicas”, un sonido espectacular en el que los espacios vacíos cobran similar importancia que aquellos que cubre la -esta vez sí- banda y el protagonismo de Dawn McCarthy -Faun Fables- poniendo el contrapunto femenino a la voz de Oldham. Un disco precioso que no hace más que agrandar su leyenda.
Sarah, that first day was really hard for me. But now it's gettnig more normal to take him over there. He is enjoying himself and already learning so much. I don't like that he's gettnig so big, but it does feel right that he's there. Definitely makes me want to squeeze baby Damian every single chance I get