Ocho años de espera, de expectativas y rumores. Ocho años condensados en ocho segundos de violines, tensiones y puños apretados. Así se inicia la segunda aventura de Alex Turner y Miles Kane, titulada “Everything You’ve Come To Expect”. Un viaje en el que se despiden de los dramas post-adolescentes, para adentrarse en terrenos oscuros de letras abstractas. Planea todavía la sombra de Scott Walker y ese aire nostálgico, elegante, gracias también a los magníficos arreglos de Owen Pallet. “Aviation” y “Miracle Aligner” mantienen un aire continuista, recordando a “The Age Of Understanding” o “Standing Next To Me”; o aquel “Alone With Everybody” de Richard Ashcroft. Baladas y medios tiempos -como la que da nombre al disco- en los que el dúo saca su lado más crooner, sensual y de corte retro.
Es hacia la mitad del disco, con el single “The Element Of Surprise”, cuando The Last Shadow Puppets recuperan el ritmo. Pero sin duda, “Bad Habits” es el pildorazo eléctrico del disco. Curiosa elección, ya que al ser la primera canción publicada, podría hacernos pensar en un giro mucho más garajero y turbio. Sólo es un espejismo, un enérgico soplo de aire que demuestra su capacidad para divertirse. Como el hecho de saber que la mitad de las canciones que aparecen fueron escogidas al azar de entre su nuevo repertorio, con papelitos en un bombo de bingo. El disco avanza coqueteando con el pop fifties (“Sweet Dreams, TN”), los arreglos orquestales (“Pattern”) y acaba en un estado de bella ensoñación con “The Dream Synopsis”, que bien podría haber formado parte de la banda sonora de “American Graffiti”. Once temas que mantienen un pop elegante, maduro y quizá demasiado sobrio por momentos, pero también con un punto arriesgado. Y aunque suene inverosímil, coherente a su vez.
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