Rack

Amén de cambiarle los días a los fanáticos más radicales, los discos de regreso pueden ser objeto de dudas y miradas de costado. En 2024 y veintiseis años después de la edición de su anterior disco de estudio, The Jesus Lizard vuelve para reírse en la cara de cualquier elucubración que dude sobre su actualidad.

En una reciente entrevista con este medio, Duane Denison guitarrista y responsable en gran parte de la fascinante rareza del sonido del grupo, se enfocaba en que la negatividad de los demás nunca debe ser una traba para tus aspiraciones artísticas. Una vez escuchado “Rack”, su aseveración cobra más credibilidad que nunca.

En esta colección de once canciones el grupo se quita las ganas de volver a grabar y despliega un arsenal de recursos creativos que deslumbra, seguramente deje sin palabras a los descreídos y demuestre lo influyente del grupo, reflejado en bandas de éxito actual como IDLES.

El sonido y la mezcla en “Rack” son ideales, con la voz de David Yow acarreando una presencia inquietante, dando siempre, ya sea en los temas más contemplativos o lo más delirantes, ese halo de psicosis que lo convierte en un vocalista único.

Siendo un disco de sonido crudo y cortante, la banda toma la responsabilidad de llevar al oyente en distintas coordenadas sensoriales, desde el blues psicótico y disonante de “Armistice Day” a los coros poderosos de “Hide and Seek” o “Grind” en la que Yow se desgañita con reclamo “Sigue quejándote porque eso es lo que amas hacer. ¡Reúne puntos de vista conflictivos para tu estúpido punto de vista!”

El tándem formado en el medio del disco por “Lord Godiva” con su línea de bajo alucinada y ritmo cabalgado y “Alexis Feel Sick” que reúne todos los elementos intrigantes y hechos de tensión típicos de la particular forma de tocar de Denison, podría definir la muy buena nota del álbum, aunque afortunadamente los aciertos se repiten tema tras tema, confirmando que el riesgo que tomó la banda en decidir volver y poner a prueba una reputación que le puso la C a la palabra culto, está completamente justificado. Impecable.