See You Tomorrow
DiscosThe Innocence Mission

See You Tomorrow

9 / 10
Carlos Pérez de Ziriza — 10-03-2020
Empresa — Therese Records / Bella Union
Género — Folk

No importa si uno llega a The Innocence Mission tras haberse empapado de sus anteriores trabajos o asiéndose a este "See You Tomorrow" como puerta de entrada: suena “The Brothers Williams Said” y es imposible no caer rendido. El manido síndrome de Stendhal debería ser redefinido para expresar la abrumadora belleza, tan punzante cuando se amplifica con arreglos de cuerda como cuando apenas se sostiene en unas notas de piano y un cello, que le apabulla a uno ante cada una de estas once canciones.

Es el decimoprimer álbum ya del trío de Pensilvania, tan sobresaliente como cualquiera de los anteriores, aunque se diría que reforzado en su sensación de cálida intimidad por haber sido grabado en casa del matrimonio que forman Karen y Don Peris. Entre el sótano y el comedor. A fuego lento. Cunde la tentación de calibrar el disco con adjetivos como “sepia” u “ocre”, acordes con su portada, pero es fácil desistir de ello tan pronto se advierten puntos de anclaje que van mucho más allá de la tradición que evocan: “Movie” recuerda a Sufjan Stevens cuando descorchaba Illinoise (2005), “At Lake Maureen” juega con la grácil sutileza de los Belle & Sebastian más clásicos y “We Don’t Know How To Say Why” remite a los albores acústicos de Ben Watt y Tracey Thorn. Y todo ello no entra en conflicto con advertir en todo lo que toca la candorosa, casi infantil voz (aunque tampoco, porque ahí está su punto espectral, nada pueril) de Karen Peris, un borroso lugar equidistante del bucolismo folk británico de finales de los sesenta y las letanías ingrávidas de Mazzy Star.

Todo suena inspiradísimo, todo suena auténtico, porque aquí no hallarán coartadas vintage ni postureos retrofuturistas. Y eso, por mucho que estemos hablando del cuadro creativo de una apacible familia que encara la vida sin sobresaltos ni pretensiones, no deja de ser como un milagro tras más de treinta años de carrera. Algún secreto habrá para la preservación de un estado de gracia tan permanente. Cuestión de fe, quizá.

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