Si Luis Cifre tuviera que escoger un lema para colgar en su estudio casero de grabación, éste bien podría ser “menos es más”.
Porque Cifre, el hombre tras Her Only Presence, arma su discurso desde la parquedad de recursos y la autogestión militante. Grabado en casa bajo el eufemístico nombre de ‘Ghost & Tech’ Home Studio y autoeditado en un sello creado para la ocasión, el trabajo del barcelonés parece más un vehículo para exorcizar miedos que un intento de alcanzar las mieles del éxito. Para ello se basta con una guitarra acústica, el esqueleto de una batería y el contrapunto vocal de Laura Gómez (Lek Mun) en su transformación alquímica de la melancolía en música. Decía folk, y algo de eso hay en temas como “Simple”, “Grey” o una “0105” que despierta el recuerdo de John Fahey, pero la mayor parte del plato está calentado en las brasas del slowcore más hiriente, el DIY de Dischord y la estética lo-fi de los primeros noventa. Cuando el proceso del dolor fluye, la magia aparece pero en ese camino hacia la redención también hay algunos pasos en falso, momentos en los que la emoción parece algo impostada y se hace difícil empatizar plenamente con las intenciones del autor.
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