Nacida como proyecto alternativo de Will Sheff y Jonathan Meigburg de los magníficos Okkervil River, la banda tejana no terminó de darse a conocer, hasta la publicación del excelente “Rook”, tras cuatro discos de calma chicha en tono menor y arrebatos de épica mayor, con Sheff ya fuera y Meigburg completamente centrado en esta formación. Vuelven ahora con este, ojo, trabajo vagamente conceptual sobre la ecología y la vida en una isla (real o metafórica), probablemente producto de la trayectoria itinerante de Meigburg como zoólogo y antropólogo. Prolongación del ya mentado “Rook”, ambicioso en un momento en que nadie se atreve a serlo, el disco cuenta entre sus mejores momentos aquellos en que Meigburg pone freno a su épica instrumental y vocal (cercana a un Vic Chesnutt o Thom Yorke), ofreciendo momentos de plácida belleza como en “Hidden Lakes” o “Missing Islands”, o recordando el dramatismo latino de Black Heart Procession de “Amore Del Tropico” (“An Insular Life”). Misterioso, fascinante, a ratos engorrosamente ampuloso, pero finalmente únicos en su valiente aislamiento.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.