Las futuras candidatas a divas del pop mainstream inevitablemente salen de debajo las piedras. Mientras Britney Spears aparentemente ha dejado atrás su vena más putera y Madonna vuelve a la carretera para embolsarse unos cuantos millones de dólares, la honestidad parece que está en peligro de extinción. Aunque es demasiado temprano para pronosticar su futuro, la extravagante neoyorquina en “The Fame” realiza un ejercicio de pop electrónico y petardo de lo más convencional.
“Just Dance” abrió la veda del polítono y “Poker Face” fue un acertado relevo para que hablaran de ella, pero su debut, asimismo, esconde alguna que otra perla a tener en cuenta. Temas como el medio tiempo “Paparazzi” o “Beautiful, Dirty, Rich” realzan un disco que acaba haciéndose repetitivo y poco dado a las sorpresas. Nadie es perfecto.
Las comparaciones con la segundona Christina Aguilera son inevitables, pero al menos Joanne Stefani Germanotta (como se llama realmente la criatura) es capaz de componer sus propios temas, que ya es mucho para la cíclica farsa del universo pop. Para conseguir el estatus de estrella transoceánica y símbolo sexual que predica en sus facilonas letras deberá tirarse a la piscina
Superior thinking desmrotnated above. Thanks!
Thought it wodl'nut to give it a shot. I was right.