No cabe duda de que Dr. Dre sabe dónde fijarse. Sin ir más lejos, su nuevo protegido parece ser ya uno de los nombres imprescindibles de la temporada rap.
Procedente de Compton, por tanto cabeza visible de la West Coast, The Game sabe exprimir su capacidad en la rima y su carisma en cada uno de los minutos que dan forma al extenso "The Documentary", un trabajo que apenas descubre nada estilísticamente, que no puede amagar la sensación de que el street rap no evoluciona en ese sentido y que deviene más que nada un compacto ejercicio de estilo. Eso sí, un ejercicio de estilo que funciona sin fisuras y sin demasiados altibajos. The Game es un tipo corriente -ni siquiera es un MC excelente-, que se ha criado en la puta calle y sabe aprovecharse de eso para firmar una autobiografía que no elude para nada los tópicos del género, aunque sí los utiliza con la mente clara y mostrando al cordero que hay tras el lobo cuando la ocasión lo requiere ("Like Father, Like Son"). A lograr un buen tanteo le ayudan -faltaría menos- 50 Cent, Nate Dogg, Eminem (pese a su último disco, el blanquito sigue marcando), Busta Rhymes o Mary J. Blige (en "Don´t Worry", uno de los temas que menos excitación provocan). Habrá que tenerle controlado.
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