En lugar de seguir en una línea tan alocada como la de entonces, Fantomas han decidido lanzarse al mundo de las bandas sonoras aunque solamente sea haciendo libre interpretación de algunos clásicos del mundo del celuloide. De ahí que nos encontremos con quince temas entre los que están, como era de esperar, “El Padrino”, “Charade”, “La noche del cazador”, “La semilla del diablo”, “El Golem”, “El diablo sobre ruedas”, “La profecía”, “Henry, retrato de un asesino” e incluso “Twin Peaks: Fire Walks With Me”. No sé qué pensarían Mancini, Morricone, Badalamenti o Rota si escuchasen este artefacto, pero podemos apuntar con toda seguridad que no permanecerían impasibles. Y es que estamos ante un disco totalmente sorprendente en cada uno de sus poros, aunque quizás sea “The Omen” la pieza que más sorprende del conjunto (y no solamente por ser la más brutal). Un disco inquieto, arrollador, experimental, efectivo y necesario.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.