Parece que el rock americano ha cogido el relevo demostrativo del heavy-rock de los ochenta. Si en aquella época era inimaginable que un grupo de ese estilo no editara un doble en directo para dejar clara su valía sobre las tablas, la edición de discos en directo de bandas como Wilco, My Morning Jacket y ahora Decemberists pone de manifiesto que esa necesidad perdura y tiene un relevo.
Y eso a pesar de la que está cayendo, sumado a lo fácil que resulta hacerse con grabaciones en directo de dudosa calidad, todo hay que decirlo. Pero ya que estamos, y siguiendo con el ejemplo de los tres grupos citados, podríamos decir que si Wilco son la versión moderna de The Band y My Morning Jacket la de Grateful Dead, los Decemberists serían una versión más tabernera y de andar por casa de REM, sin tantas ínfulas artys, más divertidos e incluso auto-paródicos.
Uno de esos grupos que podríamos considerar de segunda fila, pero que siempre se les tiene en cuenta a cada nuevo disco que editan por si acaso dan la campanada. No lo harán y en eso reside su encanto. Sabes que nunca estarán bajo los mismos focos que los citados anteriormente, pero siempre tendrán un lugar en tu corazoncito. Por eso este disco en directo lo disfrutarán mucho sus seguidores y al resto les importará un soberano pito.
En él no demuestran nada que no supiéramos antes y tampoco utilizan el directo para llevar sus canciones a otro estado digamos más grandilocuente, desarrollado o incluso pomposo. Para nada. Son buenos artesanos, tienen oficio y con lo años han logrado reunir un puñado de temas entrañables que ahora recuperan. Y eso a pesar de los evidentes bandazos estilísticos que han pegado y los más fieles les han sabido perdonar.
Aquí todo su material suena homogéneo, aunque hay algo de trampa al escoger solo un tema de su álbum de hard progresivo “The Hazards of Love” porque incluir más hubiera sido complicado. Sin embargo la magia de todo esto reside en darse cuenta que un grupo puede ser entrañable sin ser fabuloso y que canciones como “The Crane Wife” o “All Arise!” tienen lo justo para tocarte la fibrilla. No es el triunfo de los mediocres, pero sí el colofón de los modestos.
No entiendo por qué la reseña se empeña a cada instante en desmerecer las canciones del grupo, tildándolas de "entrañables" o "modestas". Lo cierto es que ya quisieran muchos grupos actuales contar con un repertorio como del que disponen The Decemberists (taberneros?? de segunda fila??). En fin...
Peerfct answer! That really gets to the heart of it!