Doble EP de estos canadienses convertidos gracias al bombazo que fue en su momento la canción “In Hell I’ll Be In Good Company” y su conocido videoclip, con coreografía incluida, en una auténtica banda de masas. No en vano, para su visita a nuestro país, que se producirá este mes, tras suspenderse el pasado año, han optado por salas de aforo medio-alto, conscientes del impacto que su música ha tenido más allá del público amante de la música de raíces norteamericanas. Y es que estamos ante una banda atípica. Un grupo de bluegrass sin violinista. Una banda de country de los Apalaches con mucho de pop. Unos canadienses sin vergüenza. Ni falta que les hace.
The Death South son la típica banda que muchos te definirán como “country para hípsters” ¿Por qué? Por su implacable éxito comercial. Pero no dejemos que la gota no nos deje ver el mar. Tras un aparente halo de modernidad teórica –en la práctica no lo acabo de ver– se esconde un grupo atípico desde su formación: violonchelo, mandolina, guitarra y banjo ¿Qué han tenido éxito? Pues mejor para ellos, y para nosotros ¡qué narices! De otra forma difícilmente hubiéramos visto caer una banda así por estos lares.
Y vienen con ese doble EP bajo el brazo ¿Por qué no un elepé? Porque el grupo ha querido diferenciar claramente dos partes. Una primera en la que interpretan clásicos de toda la vida. Canciones que se presumen dentro de su estilo. Temas de The Carter Family (“Keep On The Sunny Side”), de Flatt & Scruggs (“Flint Hill Special”) o de la tradición cristiana (la reconocidísima “Will The Circle Be Unbroken?”). Aquí, por supuesto, no sorprenden. No impactan, pero sí lo hacen en el segundo volumen, editados ambos, por cierto, por separado. Porque en él se dedican a versionar también temas ajenos pero que nada tienen que ver, a priori, con ellos. Extraídos de las listas que escuchan en la furgoneta de gira, aquí nos encontramos con The Doors (“People Are Strange”), System Of A Down (“Chop Suey”), Cold War Kids (“We Used To Vacation”) o CKY (“96 Quite Bitter Beings”). Y ahí no es que la cosa sea totalmente novedosa, porque ya hemos visto bandas antes convertir al bluegrass temas de la escena metal, por ejemplo, pero sí que el resultado es muy superior a los oídos anteriormente. Así que, chapeau por ellos y les esperamos.
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