Greñas, guitarras eléctricas, cuero, motos, gorras sado, histrionismo… La esencia del rock sigue viva gracias a The Darkness. “Motorheart” nos transporta hasta las décadas de los setenta y los ochenta, cuando el hard rock dominaba la tierra con sus refinados riffs, sus voces agudas y su estética glam.
Ya lo habíamos ido viendo a través de sus adelantos, lanzados a lo largo del año con sus respectivos videoclips: “It’s Love, Jim”, una gamberrada en la que comparan la seducción de una chica con una abducción alienígena; “Jussy’s Girl”, en la que aprovechan para homenajear al cine mudo; “Nobody Can See Me Cry”, una de las más pegadizas del trabajo, tan guitarrera como melódica; y “Motorheart”, una aventura romántica con una mujer robot que les ha valido para titular su nuevo trabajo.
Ahora ya tenemos el álbum completo (su séptimo de estudio) que reúne nueve canciones nuevas que se amplían hasta la docena en su versión deluxe (la que escucharemos en Spotify) con tres temas extra: “You Don’t Have To Be Crazy About Me… But It Helps” (con su particular sentido del humor desde el título: “No tienes que estar loco por mí... pero ayuda”), “It’s A Love Thang (You Wouldn’t Understand)” (con Justin Hawkins llevando al extremo sus falsetes) y “So Long” (que cierra a ritmo de medio tiempo acústico).
Por lo demás no hay mucho más que añadir al respecto de un trabajo que encaja en lo que nos han estado ofreciendo The Darkness en los últimos años, evidenciando –aunque ello pueda parecer imposible– claros signos de madurez. Digamos que nos ofrecen exactamente lo que esperamos de ellos, algo que en este caso es de agradecer. Ahora faltará ver qué tal lo defienden en el escenario en 2022, puesto que volveremos a tenerles por aquí.
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