Que The Coral se han visto siempre fascinados por sonidos retro, vintage y deudores de los sesenta es una aseveración evidente. De hecho, los de Merseyside han colocado ese tipo de preferencias en cada uno de sus discos, habitualmente entreveradas con indie-pop algo más vigente, precisamente con la más que posible intención de restaurar su sonido en la justa medida y hasta lucir vigencia. Una técnica que, a lo largo de dos décadas de trayectoria, les ha servido para firmar reseñables discos de esencia mística y aspecto tan apetecible como su debut de 2002, “Magic And Medicine” (Deltasonic, 03), “Roots & Echoes” (Deltasonic, 07), “Butterfly House” (Deltasonic, 10) o el más reciente “Coral Island” (Run On, 21).
Ahora, el quinteto prescinde de esas actualizaciones para sacar a la luz, con orgullo, todos aquellos mimbres que les han amparado a lo largo de los años y en todo momento. El grupo potencia su aspecto pretérito con menos disimulo que nunca, tras apostar por ecos a Love, Syd Barrett, Townes Van Zandt, The Byrds, Neil Young o The Band que resuenan con más fidelidad que nunca con respecto a los originales. “Sea Of Mirrors” es un compendio de psych-folk-rock con puntual querencia country, tejido con el habitual buen gusto del grupo, y mostrando especial cuidado en el aspecto de unas melodías que iluminan con naturalidad cada uno de los trece cortes aquí incluidos.
Aunque dotado con un pulso constante que en ocasiones ralentiza ligeramente el desarrollo, lo cierto es que la nueva obra de The Coral cuenta con una generosa serie de arreglos bien colocados y, en conjunto, luce un aspecto magnífico que, como no podía ser de otro modo dada su propia esencia, resulta favorecedor para con las propias composiciones. Unas canciones inspiradas y elegantes, entre las que destacan los sencillos “Faraway Worlds” y “That's Where She Belongs”, la “vaquera” “Wild Bird” que tiene lógica continuación en “North Wind”, “Cycles Of The Seasons”, la pegadiza pieza que da título a la referencia, una “The Way You Are” deudora de The Zombies u “Oceans Apart” como apropiado cierre.
Un elepé que, como atractivo adicional, cuenta con las colaboraciones del guitarrista Bill Ryder-Jones –quien en su momento fuera miembro fundador del combo– y, sobre todo, la de Sean O’Hagan de los nunca suficientemente valorados The High Llamas, quien aporta la misma impronta distinguida con la que insufla a su grupo desde los noventa. A la espera de recibir “Holy Joe's Coral Island Medicine Show” (Run On, 23), el inminente segundo álbum que los británicos tienen previsto lanzar al mercado esta temporada, cabe aceptar “Sea Of Mirrors” como una nueva muesca en el catálogo, ya de por sí extenso, propiedad de The Coral. Seguramente, la de perfil más remachadamente clásico dejada por la formación en su revolver hasta la fecha.
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