Compré "Dead Elvis" (97) esperando encontrar en Death In Vegas a unos compañeros de correrías de los Chemical Brothers de por aquel entonces. Pero aunque "Dirt" y "Rocco" –ambos editados también como single- apuntaban mayor interés por la pista, el ochenta por ciento de aquel álbum buscaba regodearse en el dub electrónico. Pero las cosas han cambiado, y mucho. Richard Fearless ya no trabaja con Steve Hellier, sino que Tim Holmes se ha convertido en el otro cincuenta por ciento de Death In Vegas, provocando obviamente un sorprendente cambio de dirección.
"The Contino Sessions" –increíblemente superior a su predecesor- apunta inquietudes similares, con electrónica de por medio, a las de los Spiritualized menos abstractos o a los Primal Scream más densos y menos directos: de ahí que Bobby Gillespie sea él mismo en "Soul Auctioneer". Aunque tampoco se me vayan a sorprender con eso, porque ahí están Iggy Pop cantando en "Aisha" sobre un fondo de guitarras y sonidos sintéticos o Jim Reid en un "Broken Little Sister" que suena exactamente como deberían hacerlo JAMC si aún tuviesen sangre en las venas. Eso sí, mi favorita sigue siendo "Dirge", con esa línea de bajo hipnótica que acaba marcando las directrices de un crescendo noise realmente apabullante.
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