Una sección de vientos digna de Calle 54, percusión afrolatina, hits bailables a la Miami Sound Machine y la voz de Felix Riebl son algunos de los ingredientes que se encuentran en temas como “Thunder rumbles”, “Owl” o “Dance the night away”, canciones todas ellas extraídas de “Where The Angels Fall”. El noveno disco de los australianos The Cat Empire recupera la ilusión de sus inicios y le añade todo el bagaje de una extensa carrera; incluyendo nuevos músicos, nacionalidades y sonoridades que hacen de este trabajo, algo todavía más expansivo.
Un disco ecléctico en el que hay espacio para el pop colorista de Peter Gabriel o Crystal Fighters en cortes como “Boom boom” o “Drift away”, que bien podrían sonar en un anuncio de cerveza estival. O algo más de actitud jazzy en temas como “West sun” y medios tiempos jamaicanos (“Walls”, “Drift away”). Coros grandilocuentes y un puñado de multi instrumentalistas sobrados de talento, son algunos de los elementos que aseguran la fórmula del éxito de canciones como “Rock’n’roll”.
En esta amalgama australo-latina es fácil reconocer la huella de unos renovados The Cat Empire, quienes vuelven a contar con el productor Andy Baldwin, responsable de su debut homónimo en 2003. “Where The Angels Fall” es una celebración; una yuxtaposición de géneros, estilos y músicos resonando en eso que podríamos llamar ‘feel good music’, porque tendrías que vivir en las entrañas de la Tierra para no sucumbir a las pulsaciones eufóricas de The Cat Empire, aunque solo sea por un ratito.
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