Apocalypse Love
DiscosBlack Lips

Apocalypse Love

8 / 10
Eduardo Izquierdo — 11-11-2022
Empresa — Fire Records
Género — Rock

Quien se acerque al nuevo trabajo de The Black Lips esperando encontrar continuidad al magnífico In A World That’s Falling Apart va realmente apañado. Algún eco en algún tema y poco más. Pero es que la palabra continuidad, justamente, es poco proclive a aparecer en una crítica de cualquier disco de la carrera de los de Atlanta. Ojo, no olviden que técnicamente hablamos de una banda sureña, aunque a algunos y algunas puedan empezar a salirles sarpullidos con esta afirmación. Antes de entrar a fondo en estos y otros menesteres, dejemos que ellos mismos definan este disco desde su nota de prensa que igual entendemos las cosas mejor (o no), “Apocalypse Love” es un álbum que “emana de una máquina de discos de bar de buceo en el fondo de tu mente; con una lista de reproducción que oscila entre el doom-glam que golpea las tinas, los cantos de la Plastic Ono Band, el pop de la era espacial agitado por un cóctel, las reverberaciones de Morricone y el punk acústico externo de baja fidelidad, con trompetas de mariachi, theremines, cajas de ritmos y armonías que se filtran a través de melodías contagiosas”. ¿Estamos? Pues eso, que es puro The Black Lips, que hay que ponéroslo todo fácil.

Si has visto a esta banda en directo también sabrás que la heterogeneidad tampoco es lo suyo. Y aquí hacen bandera de ello con un álbum variadísimo ¿No se cansan algunos de defender determinadas propuestas con el rollo del riesgo en la música? Pues aquí tienen una buena muestra de ello bien entendida, claro. Que tampoco es cuestión ahora de ir haciendo chorradas para que nos tilden de modernos o de estar “en la onda” (hasta esto me ha quedado de viejo, vaya). Aunque debería darnos tanto igual como a The Black Lips lo que se opine de su música. Ellos van a lo suyo y no entienden de convencionalismos o de mercado. Después de un disco en el que se acercaban a la música de raíces y el country, nos ofrecen una marcianada en la que el saxofón de Zumi Rosow toma más protagonismo que nunca, y nos encanta. Miren, si no, como arranca “No rave”, una pieza de baile en toda regla. No sufran, van a llegar momentos más reconocibles como “Love Has Won” o la cantinela hipnótica de “Crying On A Plane”. Eso sí, puestos a escoger, uno se queda con dos momentos. Por un lado el tema titular, quizá uno de los puntos de enlace con su anterior trabajo, si es que lo hay. Y por otro, con la simpática y fugaz “Operation Angela”. Decir que lo han vuelto hacer, con esta banda, está de más, porque siempre lo hacen.

 

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