Wilderness Of Mirrors

Paso a paso y disco a disco, The Black Angels se han ido afianzado como uno de los grupos claves dentro de la actual escena neo-psicodélica, en un periplo que dura ya cerca de dos décadas y suma media docena de discos. Un catálogo sin apenas desperdicio que incluye títulos tan atractivos como ‘Directions To See A Ghost’ (Light In The Attic, 08), ‘Phosphene Dream’ (Blue Horizon, 10) o ‘Death Song’ (Partisan, 17).

‘Wilderness Of Mirrors’ es precisamente el sexto larga duración del combo, y de paso la enésima confirmación de que los de Austin son un arrollador seguro de garantía cuando se trata de facturar una especialidad tan evocadora y jugosa como es el rock psicodélico. El retorno de la formación se concreta en un álbum generosamente ambicioso, con un total de quince canciones distribuidas en sesenta intensos minutos que entreveran preferencias con naturalidad. Un periplo de diferentes intensidades en el que el quinteto se despacha a conciencia entre piezas pesadas y densas y un misticismo intercalado con colores y destellos de luz, todo entre una bruma que tiende a completarse con trazos de shoegaze. Un contraste de impresiones que, en sí mismo, resulta un acierto, sobre todo en piezas engalanadas con la impronta del grupo como “Empires Falling”, “El Jardín”, “History Of The Future”, “Firefly”, “Vermillion Eyes” (con la alargada sombre de Love expandiéndose), “Here & Now” o “Without A Trace”.

The Black Angels se confirman, en base a ‘Wilderness Of Mirrors’, como unos de los más dignos sucesores de esos clásicos que son The Brian Jonestown Massacre, con los que comparten una afilada visión alucinógena que concretan en inquietantes viajes con forma de canciones. Una habilidad que vuelve a resultar palpable en la presente entrega de los tejanos, mientras presumen (cada vez más) de lo acentuado de su propia personalidad.