Here Is Everything

The Big Moon ha resultado ser una banda de lo más confiable, sobre todo cuando la empresa consiste en focalizar un indie-pop atractivo y directo que, al mismo tiempo, destile un generoso halo de elegancia inherente a las propias canciones. Todo eso ya resultaba palpable en el notable debut de las londinenses, ‘Love In The 4th Dimension’ (Fiction, 17) –nominación al Mercury Prize incluida–, para resultar refrendado posteriormente y a conciencia en aquella continuación de título ‘Walking Like We Do’ (Fiction, 20).

El grupo superó así, con solvencia y disipando cualquier tipo de duda acerca de su valía compositiva, el reto del tradicionalmente difícil segundo disco, mientras que el presente ‘Here Is Everything’ (22) supone ese paso definitivo que, referido a las mencionadas coordenadas, confirma al combo como destacado dentro de su generación. El tercer álbum de The Big Moon luce también como su mejor obra hasta la fecha (también como la más redonda y compacta), y supone un tratado de once temas que no insinúan sobrante. Un trabajo motivado por el obligado tema del confinamiento y, sobre todo, el embarazo y posterior maternidad de la vocalista, líder y principal compositora de la banda, Juliette Jackson, resultando un cúmulo de sensaciones y sentimientos, miedos y emociones, puestos al servicio de composiciones que lucen espléndidas y tan convencidas como humanas y empáticas.

Las británicas han empezado a concretar aquel enorme potencial que en realidad llevan insinuando desde sus comienzos, al entregar un disco delicioso que mantiene su chispa a lo largo de cuarenta y seis minutos. Cuando irrumpieron en escena hace solo cinco años, The Big Moon parecían una de esas bandas agradables que apetece escuchar en cualquier momento. En base a las evidentes virtudes que guían de principio a fin ‘Here Is Everything’, Juliette Jackson y compañía parecen empeñadas en ser mucho más que eso, y lo están logrando con un trazo cada vez más profundo y reconocible del que resulta complicado no enamorarse.