Better Times

Existe un camino, aunque no poco difuso en ocasiones, que une el power pop con un cierto tipo de punk. O lo que viene a ser lo mismo, existe un terreno en el que pueden convivir con extrema facilidad, y con grandes resultados, la admiración por las melodías más pegadizas imaginables y una base instrumental cruda y encarnizada. A ese punto de encuentro han llegado los vizcaínos The Beatpunkers, quienes si en ya su primer EP, “Lonesome Heartbreaker”, habían ofrecido sobre todo una faceta más luminosa, en esta continuación, separada por un lustro, mantienen esa facilidad para aplicar colorido a sus texturas pero embutidas en un sonido mucho más directo y agresivo. Músculo eléctrico en un cuerpo de gráciles movimientos.

Grabado en los prestigiosos estudios Tío Pete, The Beatpunkers nos ofrecen cuatro temas en los que su aparente sencillez es al mismo tiempo la demostración de su filiación con esos sonidos inmediatos que nos remiten en buena medida al punk (pop) californiano de agitadas bases rítmicas, machacones riffs de guitarra y una línea vocal de armonioso dibujo. Esas son las trazas por las que discurrirán unos temas que al mismo tiempo buscarán espacio para identificarse bajo una personalidad propia y, dentro de lo posible, distintiva. Son “Julie” y “Barcelona”, por ejemplo, las encargadas de recoger el legado de bandas como Good Charlotte o Sum 41, lo que es sinónimo de soleados y contagiosos ritmos; la primera de ellas centrándose en un espíritu juvenil, también en su argumento amoroso, y la segunda acentuado su lado melancólico. Mientras “Punk Revival” hace honor a su nombre, sobre todo en su introducción, de trazas endurecidas que remiten a atronadoras maquinarias como las de Bad Religion, es por medio de su tema homónimo cuando nos enseñarán su cara opuesta, aquella más recogida y popera, situación propicia para sacar a colación a los Redd Kross menos incendiarios.

Un disco, sea en formato largo o corto, hay que valorarlo en función de sus capacidades, por supuesto, pero también hay que tener en cuenta cuáles son sus aspiraciones, y en ese sentido “Better Times” cumple escrupulosamente con ellas, por lo que no cabe hacerle ningún reproche. Un reto, el de presentarse como un material conciso y directo en el que encontrar el óptimo entendimiento entre melodía y nervio, de sobra alcanzado. Un planteamiento musical que además nos empuja, aunque sea durante un breve lapso de tiempo, a olvidar lo que hay al otro lado del cristal y sentirnos, durante ese suspiro, a salvo bajo el ánimo que implantan estas canciones.