Electrophonic Chronic
DiscosThe Arcs

Electrophonic Chronic

8 / 10
Fran González — 24-02-2023
Empresa — Hour Box / Music As Usual
Género — Rock

Si con su correspondiente debut nos quedó un cierto poso de indiferencia o desinterés, The Arcs parecen haber leído entre líneas, a juzgar por la intensidad ofrecida en su maravilloso segundo trabajo, y deciden redimir su propuesta con “Electrophonic Chronic”. Dan Auerbach sabe bien lo que se hace, y esa manera en la que ejerce de catalizador entre sus inmejorables referencias y el sonido actual nos permite estar hablando de un disco marcado por una intencionalidad retro-futurística de lo más interesante, entregándonos pistas que manifiestan la habilidad de sonar familiares desde la primera escucha, bailando con esa ambivalencia entre el ayer y el hoy en un juego de espejos elegante, emotivo y colorista. La ligereza con la que confluyen las diferentes y exquisitas influencias estilísticas de la banda no eximen a la misma de presentarnos un discurso poderoso y elaborado, capaz de agitarnos por pura euforia, sedarnos a golpe de calma sofisticada o emocionarnos hasta la lágrima. Y es que, aunque haya llovido mucho desde Yours, Dreamily (Nonesuch, 15), muy probablemente ningún otro acontecimiento haya marcado tanto el discurso actual de este conjunto norteamericano como la irreparable pérdida de Richard Swift en 2018, quien fuera batería de la formación y quien, de algún modo, continúa emocionalmente presente en algunos de los principales rasgos del álbum (de hecho, en la portada del mismo vemos un mechero con la palabra “Swift” escrita, proyectando la sombra de lo que parece ser la parca).

“Electrophonic Chronic” sienta las bases de su tono, cálido y sensual, desde su primer corte con “Keep On Dreamin’”, una oda vitalista y apasionada que aflora entre melosos arreglos de soul setentero, cargado hasta los topes de candor y libido, que poco o nada remitirán en “Eyez”, un particular coqueteo de lo más tórrido con el R&B más psicodélico destinado directamente a derretir nuestros corazones. Si con estos dos aportes no nos habíamos puesto lo suficientemente blandos todavía, debemos estar preparados para la que se nos viene encima, pues The Arcs oficializan su personal tributo a su compañero de banda ya desaparecido con “Heaven Is A Place”, una puesta en órbita del mismo a quien despiden a lo largo de la que muy probablemente sea la pista más electrónica de su repertorio, y la cual evoluciona hasta derivar en una serie de solos pinkfloydianos progresivos que pondrán nuestra piel de gallina bajo esas líneas ahogadas que versan “Heaven is a place, I know, where all the lovers go”.

Si bien el disco concede puntuales y radiantes treguas (como esa “Sunshine”, que perfectamente podría pertenecer a un disco de The Black Keys), este segundo trabajo de The Arcs se hace fuerte en la puesta a punto de baladas ensoñadoras y meditabundas que constantemente nos están remitiendo al amor por la vida, ya bien sea llevándose a su terreno el clásico de Helene Smith “A Woman Will Do Wrong” con una letra que encuentran pintiparada a sus deseos, o con “Love Doesn’t Live Here Anymore”, cuyo título per sé, sus arreglos de órgano eclesiástico y el talento tonal de Auerbach logran trasladarnos definitivamente a los años setenta. Una maravillosa y generosa regresión sonora, depurada y cuidada para no pasarse de frenada retro, que encuentra su coherencia en una acertadísima selección de géneros que son siempre garantía de éxito. ¿Lo mejor? La banda tiene grabadas cerca de ochenta canciones más en la recámara, así que seguramente no tendremos que esperar otros ocho años más para disfrutar de su próximo proyecto.

 

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