The Amazons

Salvo unas pocas excepciones, el rock de guitarras lleva años caminando por el desierto en las Islas Británicas, años de una travesía sedienta en la que no se avista ningún oasis a la vista (permitidme el burdo, pero efectivo juego de palabras).

Tal ha sido la sequía sin rastro del brit pop y con el indie más centrado en la electrónica que en los riffs de guitarra pocos resisten (dejemos a Royal Blood fuera, por lo del bajo, ya sabéis). Los que siguen o bien viraron hacia el folk o suavizaron su propuesta caso de Manic Street Preachers o se entregaron a la pista de baile como Kaiser Chiefs o Blur. Los hay que directamente se perdieron por el camino y los que siguen por inercia pero sin alma de ejemplo (Primal Scream, Suede, Muse…). Arctic Monkeys, Kasabian y The Libertines estarían en esa vertiente, pero el peligro, la visceralidad, la fuerza y la rabia punk desaparecieron con los años. La esperanza viene de Reading, mítico lugar, ideal para una banda de rock.

The Amazons no van a salvar el mundo... ¡pero basan sus canciones en riffs de guitarra! Eso en una banda inglesa en 2017 es ser casi unos punks. No son The 1975, no quieren ser Duran Duran, están más cerca de Nirvana que de Radiohead cosa que se agradece. La fórmula es simple, un buen riff, una melodía pegadiza y pelotas. Música para cuando tienes quince años y solo quieres emborracharte con los amigos. El problema es que actualmente parece que los chavales de esa edad se emborrachan y follan con otra música de fondo. El disco es un pepinazo, no es de extrañar que la isla ande como loca con ellos, que la prensa les ponga en todas las listas de lo que lo va a petar este año. Himnos (sí, dije himnos) como “Stay With Me”, “In My Mind” o “Holly Roller” son de esos cortes que te hacen burbujear la sangre y si eso lo logran con un cuarentón resabiado que no lograran con sus coetáneos. La versión más lujosa incluye seis cortes en acústico que demuestran que bajo el ruido hay canciones.

Quizás se queden en los nuevos The Music, en los próximos The Vaccines o no lleguen a nada como Pure Love. Pero antes de perder el tiempo con el retorno de Ride o con el insulso nuevo álbum de The Strypes, este disco y esta banda merecen tu atención. Al menos hasta el próximo hype.