Estamos ante el primero de dos discos integrados por dos Ep’s cada uno. Cada Ep contiene unas seis canciones y está dedicado a un elemento: fuego, agua, tierra y aire. En el fuego, correcto sucesor natural de “Vheissu”, nos encontramos con lo que esperábamos: rock hardcorizado o hardcore rockero, como lo queramos llamar. Nada impresionante en cualquier caso, con el agravante añadido de la voluntad de querer sonar épicos con un sonido muy comprimido, algo que no deja de tener su puntito de contradicción. Es sin embargo el agua el elemento que mejor le sienta a esta nueva cara de Thrice, lo que nos lleva a tomarnos la licencia de pensar que si estos lanzamientos son una especie de encuesta encubierta para sus seguidores, nos aventuramos a jugarnos que la faceta ganadora se la disputarán el citado elemento y el aire, que, junto a la tierra, nos llegará a las manos en el mes de marzo, mostrándonos seguramente la evolución de una banda que quizá ya va siendo consciente de que sus competidores musicales son más Thursday o Poison The Well que Vanna o Escape The Fate.
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