La plaga

Jamás se pudo decir que este cuarteto, nacido al calor de la efervescencia del circuito underground madrileño allá por 2012, estuviera cerca del garaje canónico. Y ahora, menos que nunca. Ya no sólo por la estética de sus canciones: en este segundo largo titulado “La plaga” su sonido está deliciosamente elaborado para generar una atmósfera envolvente, en la que conviven lo sórdido y lo puro como si fueran dos caras de una misma moneda.

En sus dos trabajos anteriores, al lanzarla salía cara o cruz, luz u oscuridad. Pero en este, es como si esa moneda cayera de canto y se quedara dando vueltas ad eternum. Y en ese singular efecto de tensión constante tienen mucho que ver los teclados de Luli Laduquesa, dueños y señores del hierro que marca a fuego el sello de identidad de cada canción. Los juegos vocales también han dado un salto, y aunque siguen picoteando risueños en ecos infantiles (no me digan que los fraseos de “Tus ojos son puñales” no parecen salidos de la banda sonora de una serie de televisión para niños de los ochenta), ya no tienen estas trazas cuasicómicas de banda maquetera, y sí mucha sobriedad. Sin embargo, al terminar el disco queda una cierta sensación de saturación con las voces. Es como si esta vez tocara que dieran más de sí en cuanto a variedad en la ejecución y no lo terminaran de hacer, salvo en la brillantísima “Los golpes”.

Pecata minuta de todos modos, para un disco que contiene joyas como “Déjate brillar”, quizá el medio tiempo más robusto que haya dado el pop nacional en los últimos tiempos, o la mencionada “Tus ojos son puñales”, trepidante power-pop capaz de hacer sombra a cualquier producto de ingeniería de hit festivalero. También dejan huella la evocadora y etérea “Y si no vuelves nunca más”, o la circense y casi tomwaitsera ”Cállate”, cuya sedosa melodía impregnará de buen rollazo nuestras mejores noches de verano a partir de ahora. Por no hablar de “Évoli”, una canción que, como “Benidorm” a su manera, es ya una categoría en sí misma, una pequeña obra maestra que resume en una pildorilla pop de menos de tres minutos muchísimas cosas acerca de lo que es Terrier y lo que les rodea.