Si analizamos la carrera discográfica de Steve Earle nos damos cuenta que produce la misma sensación de vértigo que el devenir de su propia vida. Claro que si tenemos en cuenta que estamos hablando de un artista que acaba de separase de su séptima esposa –la también cantante y compositora Allison Moore- con la que comparte un hijo autista de cuatro años; que ha escrito un libro excelente como “No saldré vivo de este mundo”; ha mantenido una complicada relación con las drogas y es célebre por su activismo político, nos daremos cuenta que su música da para muchas páginas.
Un legado que ha pasado por variadas y diversas texturas alrededor del country, dotándo al estilo de una personalidad tan rotunda, solo comparable a la aportación de artistas como su admirado Townes Van Zandt o Lucinda Williams. Discos tan irrepetibles como “Train A Comin’” (1995) “I Feel Allright” (1996) o personales como “Jerusalem” (2002) han forjado una carrera al que le faltaba un disco donde el blues fuera el protagonista. “Terraplane” es ese disco, pero hecho bajo la óptica de un perro viejo tan curtido como Steve Earle, y una banda de acompañamiento que sabe llevar el tempo de una forma tan elegante como hipnótica.
Un disco variado, que empieza sin grandes sorpresas (sus dos primeros cortes), pero empieza a coger volada con un blues crudo, casi hablado como Tennessee Kid (de lo mejor del álbum) y que tiene en temas como la más roquera “Go Go Boots Are Back” o “Acquainted With The Wind” el aroma del blues de Texas, sábiamente interpretado por unos Dukes que conocen su oficio a la perfección y saben manejar perfectamente los códigos del género. Sin embargo, y pese a temas simpáticos como la “vodevilesca” “Baby’s Just As Mean As Me”, el disco no acaba con esa sensación de puro divertimento algo trivial, y cierta sensación de liberación tras el fracaso matrimonial que sobre vuela alguna de las letras del álbum. Entretenido, pero lejos de las obras capitales de su carrera a las que me remitía al principio de la reseña.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.