Tras haber firmado el notable “Lejos” (19), los valencianos Tercer Sol se aventuran con un nuevo trabajo para el cual la mayor novedad se produce por la incorporación de María Inglés en sustitución de Adrián Polo al bajo. También cabe destacar la suma del gran Santi García a la producción. Estos dos nuevos elementos suman puntos a la elaboración de un disco con suficientes excusas para adentrarnos en sus costuras.
Desde una canción como “Hoy”, en la que recuerdan a como sonarían Guided By Voices de contar con Tom Verlaine como solista, al recuerdo del space-rock desplegado por Black Rebel Motorcycle Club en “Canción para decir adiós”, el cuarteto despliega un crisol de referencias repletas de aristas, dentro de las cuales también cabe lo más cercano que han estado jamás de armar un hit, con “Recuerda”, en la que el eco de The Cure se hace presente a lo largo de tres minutos de puro ensueño.
Desde el otro extremo de su radio de acción, son capaces de recordarnos a los Popol Vuh medievales en “#01” o de hacernos creer en una versión synth gaze de The Smiths en “Presentimiento”. En todo momento, asistimos a una demostración sincera de los poderes y ambiciones de un grupo que, a través de este encadenado de canciones, parece haber encontrado su eje de rotación. Uno a través del cual hacen buena la existencia de grupos que niegan su procedencia y prefieren hacer como en los años noventa, cuando el indie español era una pequeña región anglófila en la que reinaban los gustos por The Jesus & Mary Chain, Pixies, Sonic Youth y My Bloody Valentine.
En cierta manera, este trabajo supone un jacuzzi al pasado, donde también caben guiños krautrock, tal que en “En el valle de piedra”, y otras vertientes que, de todos modos, rehúyen todo eco que pueda contaminar su más que lograda Torre de Babel indie. La misma que, gracias a trabajos como éste, nos hace pensar en lo saludable que resulta, a veces, recordar lo que era el pop español hace tres décadas.
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