Querido Fred, esto es una carta porque –por razones obvias– no puede ser un audio de Whatsapp. Me resultaría más natural hacerte un audio. Un audio como aquellos que tan felices nos hicieron a todos en tu primer disco y que has ido manteniendo de una forma u otra en tu discografía. No te negaré que me asomé a “ten days” con algo de miedo. Esos amigos nuevos tuyos, Skrillex y así. No entiendo muy bien qué ves en ellos. Tú eres más sensible, más emocional. Y precisamente en este nuevo disco tuve la sensación al principio que te estabas volviendo perezoso, acomodaticio. Que el baile por el baile, ese easy-house que ya asomaba en “Actual Life 3” (22) se estaba comiendo la tostada, y que los mensajes que te cambian el día, lo espontáneo –lo ingenuo incluso– estaba pasando a un segundo plano.
Te escribo una carta porque estoy seguro que te gustaría leer una carta. Te gustan los “post-its” en la nevera, que te manden postales. Eres ese tipo de tipo. O eso creo yo; porque todos te hemos construído de algún modo en nuestras cabezas. Te acercaste tanto a nosotros con “Actual Life” (21) que todos nos creíamos tu entorno cercano. Tu y yo no somos amigos. No hemos hablado más que un par de veces por Zoom. Pero yo no puedo evitar haber hecho de tu debut y, para qué mentir, también de tu disco con Brian Eno (“Secret Life”, 23), un buen par de salvavidas, golpecitos en la espalda. Una relación más íntima de la que tengo en la vida “real” con muchos de los míos. Y como amigo tuyo, me daba miedo que “ten days”, por cómo arrancaba, “.one” o “adore u”, fuese un mero divertimento. En “fear less” incluso te vi como un Justin Bieber de segunda. ¿Me entiendes? Como el pop por el pop. Me perdonarás. Porque luego escuché “just stand there” y entendí que sigue habiendo maneras y maneras de plantear una canción. Y tú tienes una muy, muy concreta, que usas cuando te apetece, increíble: las voces apitufadas, todas en conjunto, teclados chiclosos, y luego esas rupturas al baile que te dan ganas de vivir. Nos gusta que te lo pases bien, como con Anderson .Paak (“places to be”). Pero necesitamos temas como el que te marcas con SOAK o ese “where will i be”.
“ten days” es un disco compartido con mucha gente (The Japanese House, Joy Anonymous, Four Tet, ¡incluso Emmylou Harris!) en el que hay un poco de todo, desde la alucinada “glow”, hasta la vitalista “backseat”, además del bass en cantidad de pianos. Son diez canciones, además de unos cuantos interludios, y representas en esos díez temas, diez días. ¡Qué día a día tan variado! Tiene gancho la idea, pero se concreta en algo poco de unitario, antes todo era muy unitario. En fin, ese es el nuevo Fred, muchos Fred a la vez: juguetón, sin presión. Un tipo aparentemente cojonudo al que le mandarías un audio de Whatsapp. Por razones obvias.
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