Volcano

El primer single de adelanto ("Certainty") de este segundo trabajo de Temples, un tema eminentemente electrónico, sin guitarras ni ecos sixties evidentes, dejó algo tristes a los fans del sector más retro de su hinchada. Pero pueden estar tranquilos. Los británicos no se han marcado un "Currents" con este disco, ni mucho menos. De hecho, aquel sencillo tiraba más hacia un cómodo MGMT way of life que al vanguardismo mainstream de Kevin Parker (Tame Impala). Y además ni siquiera es representativo del disco, tal y como han comentado ellos mismos en esta revista. Otra cosa en la que también están de acuerdo los de Kettering es que en realidad, "Volcano" no se diferencia tanto de "Sun Structures" como podría parecer.

El entorno sonoro catedralicio resulta familiar, y las canciones brillan por los mismos motivos: sus melodías están indefectiblemente poseídas por maravillosas influencias digeridas y asimiladas en sus propios genes. Esta vez más que nunca, hay que darse varias escuchas para apreciar todos los detalles que estos obsesos han insertado en cada maldito segundo del disco, pero el esfuerzo merece la pena. Y a partir de la tercera o cuarta, te darás cuenta de que "Volcano" no tiene desperdicio, ni aburre ni resulta pretencioso en ningún momento, arrastrándote hasta su mismo núcleo sin que te importe la temperatura, seducido por voluptuosas e hipnóticas erupciones de pop electroespacial.

Después de la aclamación de la crítica por su brillantísimo debut las expectativas ante este segundo álbum eran más que altas, pero pueden darse cumplidas con este disco que tiene algunas joyas a destacar: "All Join In", "Oh The Saviour", "In My Pocket" y "(I Want To Be Your) Mirror", un temazo que al melenas de Tame Impala le hubiera encantado firmar antes de que le diera la pájara. También el magnífico final con "Strange Or Be Forgotten" y, qué demonios, "Mystery Of Pop", una tonada que seguro que te recuerda al "Moonlight Shadow" de Mike Oldfield. Y si no –lo siento, de verdad-, lo hará a partir de ahora.