Ah, dichoso Brexit. Los ingleses están hasta el gorro del tema, tanto o más que nosotros de las cuitas parlamentarias. Pero siempre acaba surgiendo en las conversaciones, y de alguna manera, acaba colándose en los procesos creativos de los artistas. Eso es exactamente lo que les ha pasado a los muchachos de Temples al componer su tercer disco, "Hot Motion". El álbum, que supone su debut con ATO Records (el insigne sello de Dave Matthews, de la Dave Matthews Band) tras su salida de la también muy molona Heavenly Records, está empapadísimo de una reflexión política que, aun quedando plasmada de forma subyacente y en absoluto panfletaria, termina siendo una suerte de leit motiv inconsciente.
La otra gran característica fundamental de "Hot Motion" es el regreso, sutil pero contundente, de la guitarra como elemento esencial en la melodía. Tras su inmersión profunda en el sonido de sintetizadores de "Volcano", el cuarteto se inclina ahora por rescatar ese viejo trozo de madera con cuerdas para trazar un modus operandi realmente interesante, con el que sacan sonoridades que no parecen de guitarra, pero lo son. En el disco apenas hay un par de sintes aunque cueste creerlo al escucharlo: en este trabajo Temples reivindican la versatilidad sónica de la guitarra, usándola con fines distintos a los habituales para sustituir otros elementos más sintéticos, casi a modo de trampantojos. Además han estado tan inspirados como siempre en composición y producción, así que el resultado es un disco redondo, impredecible, divertido y sugerente.
Quizá sólo haya un par de temas flojos, como 'The Howl' o 'Context', que lastran la escucha completa al ocupar el centro del repertorio. Pero 'Hot Motion' ofrece auténticas joyas con marca de la casa como 'Holy Horses' (atención a este hit extrañamente no lanzado como single: lo firmarían The Who para su nuevo disco), 'The Beam' (con unas armonías brutalmente adictivas, al estilo clásico instantáneo) o la envolvente e imaginativa Not quite the same'.
Mención aparte merecen la perla acústica introductoria de 'Atomise', la fantasía multicolor de 'It’s all coming out', el glam futurista de inspiración bolaniana de 'Step Down' o los dos temas de apertura, 'Hot Motion' y 'You’re either on something' (que tiene una onda que recuerda al 'Feels like we only go backwards' de Tame Impala), quizá lo mejor que hayan hecho desde aquella 'Shelter Song' que los catapultó a la fama. Cuando tengan un poco más de riqueza rítmica, Temples crearán definitivamente la obra maestra que son capaces de hacer.
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