Teenager

Ya es hora de tomarse un poco en serio a The Thrills. Estos irlandeses llevan tres discos publicados, y en esos discos hay más de una canción para guardar entre nuestras favoritas (unas cinco por compacto. Esa es su media, que no está nada mal).

Están muy por encima de Travis o los últimos Coldplay: los de Dublín ganan porque son mucho menos pretenciosos y mucho más efectivos en las distancias cortas. Y de eso trata el pop de toda la vida. Al principio los quisieron etiquetar como americana, pero lo suyo siempre ha sido ese pop de alma indie (Lightning Seeds, The La’s, los Teenage Fanclub de “Songs from Northern Britain”) que se mira en los clásicos (Elvis Costello, Beach Boys). En su nuevo disco, que gira entorno a la adolescencia (la portada y contraportada del CD son de culto), quizás han entregado su colección de canciones más madura. Todo se inicia con “The Midnight Choir”, un corte dominado por una mandolina que remite al “Oh Mandy” de The Spinto Band, que ya deja el listón muy alto. Lo que sigue mantiene el tipo: la ensoñadora melodía de “This Year”, el resultón single “Nothing Changes Around Here”, un mediotiempo donde vuelve a dominar la mandolina, “Restaurant”, o ese guiño a los primeros James que es “Long Forgotten Song. Y para terminar, una canción díptico, “There’s Joy To Be Found… The Boy Who Caught All The Breaks”, que presenta todos los hallazgos de un más que notable disco de pop.