Porque 12Twelve –nueva encarnación de aquellos Wig- firman el disco más sugerente, rico y creativo de nuestro post-rock. Bebiendo del space rock, de la escuela Godspeed, del post-core -si me apuran-, de todo aquello que absorben como esponjas, los barceloneses han dado forma a un disco que, sin aportar absolutamente nada nuevo al evolucionar del género, sí se convierte en un impecable libro de estilo en el que, sonando en riguroso directo, las aristas se disparan, se dejan detalles por pulir, se dibujan paisajes sonoros no aptos para todos los públicos y se maneja la duración a su antojo. El resultado, piezas –permítanme que no las considere canciones- tan ensoñadoras y sólidas como esas “Seiza” y “News May Be Good Or Bad” que ni siquiera ellos mismos son capaces de superar. Y aunque dentro de unos años a esto lo considerarán progresivo, de momento que nos quiten lo bailao.
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