Martin

Pasa el tiempo, caen las hojas, los grupos se separan, pero hay cosas que se resisten a cambiar. Tatta se despide de Mutiko pero no deja escapar a Denso, que se encarga de la producción -casi exclusivamente- del debut discográfico del artista de Mondragón, publicado por Balaunka. Tatta acierta pero no arriesga en el apartado de los feats; mayoría de invitados que encontramos son colaboradores cercanos e incluso vecinos de Tatta, como es el caso del colectivo Etxepe, cuyos miembros Axeri y Fane asisten en tres de las diez canciones del álbum, junto a otras apariciones locales firmadas por Bengo y Mutiko, este último en la introducción del disco. En producción encontramos a Maida, asociado también a Etxepe, además de Malakias, otro sospechoso habitual, y al andaluz Jay Cas.

"Martin" presenta un sonido marcado por la fuerte presencia, casi co-protagonista, de la guitarra -grabada en directo, además- lo que confiere al proyecto, en su mayoría, una unidad sólida que le dota de cierta identidad. El álbum presenta un tono general épico, más agudo si cabe en los dos primeros temas, “E.N.E.M” -con un aporte muy solvente por parte de Mutiko- y especialmente “Si Muriera Esta Noche”, en el que Tatta versiona sin complejos el hit pop “Lucciano”, del rapero italiano Blanco. “Eres Como Estar En Clase” propone un contrapunto cómico al tono pesado del comienzo del álbum; una virtud que se desarrollará más tarde a lo largo del trabajo.

La temática, clara desde el comienzo, se desenvuelve en torno al amor, las inseguridades, la madurez y la aceptación; preocupaciones que ya encontrábamos en las referencias anteriores de Tatta. En "Martin" busca exponer un lado más íntimo si cabe, pero toma prestados tal cantidad de conceptos y tópicos del género que acaba resultando impersonal y ajeno. Aún así, y a pesar de que la narrativa del álbum se podría haber beneficiado del uso de imágenes e ideas algo menos manidas, el big picture detrás las letras alcanza un sabor a pop directo que resulta simpático y tierno.

Tatta y Denso buscan un sonido propio a costa de explorar todos los géneros que se les ocurren; movimiento que podríamos aplaudir si se hubiera hecho con la mesura adecuada y encontrando dónde tiene sentido cada ritmo y cada sonido; algo que no llega a suceder del todo en "Martin". Por momentos puede parecer que hay prisas para transicionar entre géneros; como en el caso del beat funk carioca que suena hacia el final de la bachatera “Zure Falta Dut”. Resulta más pertinente, por ejemplo, el patrón de kicks estilo Jersey hacia el que evoluciona “Dónde Estás”. Los géneros se agolpan, creando una paleta que puede llegar a aburrir más que a aportar; aunque no empaña la intención general del trabajo, que se desarrolla con fluidez.

En este sentido también se podría debatir hasta qué punto empiezan a cansar las incursiones en la estética del narcocorrido, especialmente en trabajos que no cultivan el sonido más allá del hacer la gracia en uno o dos tracks. En busca de respuestas a este debate, nos tropezamos con la simplona pero pegadiza “Sin Preocuparme”, el single con aires “a lo jalisco” que, a pesar de encajar a duras penas con el concepto del álbum, se convierte en uno de los momentos más memorables y divertidos.

Este último tercio del álbum es notablemente más animado que su comienzo, alcanzando un máximo en “Zure Atzetik” (¡Ganadora del premio a la canción del año de Gaztea!), con una instrumental deliciosamente hortera a cargo del incombustible Malakias, antes de terminar con un violento volantazo que nos devuelve a la introspección y la nostalgia en el track que da título al álbum. Ahí queda el misterio de si “Miller” referencia a la última época del añorado Mac, con quien comparte esa melancolía y ese diálogo interno, entre sanadores y autodestructivos, tan característico del de Philly.