Take This To Your Grave (20th Anniversary Edition)
DiscosFall Out Boy

Take This To Your Grave (20th Anniversary Edition)

8 / 10
Luis Benavides — 09-01-2024
Empresa — Fueled By Ramen/Warner
Género — Rock

La reedición del primer trabajo de Fall Out Boy con motivo de su vigésimo aniversario bien merece una reseña retrospectiva y recordar sus primeros pasos. Desconozco qué dijimos en estas páginas en su momento de su largo debut, pero sí podemos afirmar que el presente “Take This To Your Grave” acabó convirtiéndose en uno de los trabajos más influyentes de la explosión punk pop de los primeros dosmiles.

Fall Out Boy se formaron 2001, el mismo año en el que Saves The Day, Dashboard Confessional y sobre todo Jimmy Eat World alcanzaron el éxito “mainstream”. El cuarteto de Wilmette, Chicago, se subió al carro del emo pop en su momento de máxima popularidad, pero no sin dificultades. Para empezar, la química entre los miembros originales no fue instantánea. Los primeros ensayos, confesaron años más tarde, fueron un desastre porque parecía que no iban a ninguna parte. Por suerte, siguieron insistiendo y grabaron una demo y un mini-álbum que sentarían las bases del sonido de este “Take This To Your Grave”.

Su entorno tampoco acompañaba demasiado. El bajista Pete Wentz y el guitarrista Joe Trohman estaban muy metidos en la escena hardcore punk de Chicago —recordemos que Wentz coincidió en una banda de metalcore con el cantante de Rise Against llamada Arma Angelus—, pero estaban empeñados en hacer pop punk con mucho sentimiento. Algo así como una mezcla entre New Found Glory y The Get Up Kids, dijeron en alguna entrevista, si bien encontraron su propia personalidad en cuanto descubrieron el talento de Patrick Stump, que irónicamente fue reclutado inicialmente para encargarse de la batería.

Stump marcó la diferencia en una escena plagada de voces nasales y rasposas con un chorro vocal alucinante y sobre todo la influencia R&B y de artistas como Prince y Michael Jackson, referentes que ya asoman en este largo debut cuyo título fue extraído de un verso de la letra de “The Patron Saint Of Liars And Fakes”. De hecho, la portada, con ese estilo tan clásico, que imita el característico arte de Blue Note Records, es un guiño claro a los discos de jazz y soul que pirraban a Stump.

Grabaron en los Smart Studios de Madison, propiedad del reputado Butch Vig (Garbage, Nirvana, Smashing Pumpkins), pero con otro ingeniero de la casa, Sean O’Keefe (Motion City Soundtrack, Spitalfield), gracias al anticipo de una multinacional aunque oficialmente habían firmado por la entonces discográfica independiente Fueled By Ramen.

“The songs you grow to like never stick at first”, se disculpaban en el primer adelanto, “Dead On Arrival”, irónicamente uno de los temas más pegadizos del disco, escogido con acierto su carta de presentación. Le siguieron la sarcástica “Gran Theft Autumn/Where Is Your Boy?”, una de tantas composiciones sobre relaciones tóxicas, y “Saturday”, una canción redonda en primera persona –cantan “Me and Pete”– sobre hacer grandes cosas y con dos voces, la melódica de Patrick y los gruñidos de Pete. Y es que todavía había trazas de hardcore en su visión del punk pop. Softcore, así lo bautizaron los propios protagonistas de esta reseña.

Su debut funcionó de maravilla y podemos incluirlo en un hipotético top ten de discos de pop punk de los primeros dosmiles. Tal fue la repercusión con ese largo debut que la banda ficharía solo dos años después por una multinacional para el lanzamiento de su segundo largo, “From Under The Cork Tree”, que los convirtió en poco menos que “celebrities” musicales, con todo lo bueno y lo malo que eso conlleva.

Desde entonces, Fall Out Boy no han dejado de sacar discos, con sus altibajos, separaciones y reuniones, pero este trabajo es para siempre. Veinte años después suena igual o mejor que entonces.

 

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